Patricia Amenta, actriz venezolana, televisión, teatro, RCTV
En marzo comienzan las grabaciones del próximo proyecto de RCTV, en el que la joven intérprete comparte créditos con Héctor Peña y Julie Restifo, entre otros
Los ojos de Patricia Amenta cambian de color con la luz. Son más verdes cuando está bajo los focos de las salas de teatro en las que comenzó a formarse en 2008 y un poco más azulados cuando se encuentra en un estudio de televisión, industria en la que su cara no es tan conocida.
Lleva el cabello corto teñido de rubio y un vestido ajustado. Confiesa que no siempre fue tan elegante como cuando entró al salón en el que se desarrolló la entrevista. “Yo era un varoncito atrapada en un cuerpo de mujer. No sabía maquillarme ni peinarme”.
Luego de un tiempo haciendo teatro en el grupo Séptimo Piso, entendió que el público come con la vista. Así, tuvo que aprender a alardear de su belleza para entrar en la mira de los productores de la pantalla chica. Su actual manager la conoció durante una edición de Microteatro Venezuela y desde 2013 ha tenido papeles puntuales en dramáticos nacionales.
Fue Corina en Corazón esmeralda de Venevisión, Yeli en Piel salvaje y Patricia en Corazón traicionado, las dos últimas de RCTV, productora que ahora le confía la protagonización de su próxímo proyecto: Las catiras.
“Es una versión libre de Pensión Amalia de Salvador Garmendia. La dueña de la pensión es Julie Restifo, mi abuela. Ella dio a luz muy joven a mi mamá, que en la novela es Flavia Gleske, que a su vez me tuvo mucho más joven a mí. Yo rompo con esa línea de madres precoces”, cuenta la actriz que compartirá la protagonización con Héctor Peña.
“Es una comedia muy rica que muestra cómo es Latinoamérica. Cuando salga el demo este mes verán un poco más. Si Dios quiere en marzo iniciaremos las grabaciones. No puedo adelantar más”, sonríe y luego agradece por el logro que alcanzó en la industria televisiva del país, en la que la que la producción se ha reducido drásticamente. “Todo lo que no caiga en inercia hay que aplaudirlo. En este bosquejo de país en el que estamos nos han quitado la posibilidad de soñar por estar pendientes de sobrevivir. Se nos olvidaron los proyectos a largo plazo”.
La también modelo se dejó ver durante un tiempo por los pasillos de la UCV, en la que no terminó la carrera de Bioanálisis. “A veces veo a los profesores en las obras y me dicen que vaya a retirar los papeles porque quedé como desertora. En esa época descubrí que el teatro era lo mío”, señala entre risas la joven intérprete que se crió en Barcelona, Anzoátegui. “Lo divino de ser actor es vivir una vida ajena a ti. Yo huyo de los problemas a través del trabajo, cuando me toca afrontar algo mío me bloqueo, por eso no puedo estar una hora sola en mi casa. La actuación es mi tregua”, agrega.
En su corta carrera ha tenido que saber esquivar los prejuicios de quienes la consideran solo una cara bonita o una arribista por ser novia del director Dairo Piñeres, a quien considera un maestro y un refugio desde que su familia emigró del país.
Un hermano en Panamá, una hermana en Australia, un morocho en Londres, mamá y papá en España. Patricia Amenta ha aprendido a querer a distancia. “Yo necesito admirar para amar. Profesionalmente, Dairo es muy duro, y cuando le importas, más duro es. Con él, al igual que con mi padre, entendí que el amor no es sentimentalismo sino disciplina”.
También ha aprendido a diferenciar los códigos del teatro y la televisión. “La televisión es el arte de lo inmediato. Llorar, molestarte, reír. Debes pasar por una cantidad de emociones rápidamente y si no tienes una buena formación la dinámica te arrastra. La televisión es un mercado. Las personas que hacen televisión tienen que cumplir ciertos estándares físicos. El error está en buscar a gente bella sin prepararla. Eso ha hecho que se asiente el prejuicio de que si eres bonito no eres bueno. No lancen a las misses a ser protagonistas sin prepararlas, por ejemplo”.
Fuente El Nacional
Patricia Amenta, actriz venezolana, televisión, teatro, RCTV
Originally posted 2017-01-05 17:32:38.